Sunday, November 09, 2008


COSTA RICA: Tres escritores
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ESCRITORES
Costa Rica: Carmen Lyra, Carlos Luis Falla y Jorge Debravo
—Artículo de Paulo González Ramírez © para PuntoLatino —
Nuestro colaborador Paulo González Ramírez, fue invitado el 21.01.08 por el Teatro Rigiblick a participar en su programa «Poesia del Mundo», en el que presentó a tres cultores de las letras de su país: Carmen Lyra (1888-1950) autora de «Cuentos de mi tía Panchita»; Carlos Luis Fallas de «Mamita Yunai» y Jorge Debravo del poemario «Nosotros los hombres». El artículo de González es una introducción a la obra de estos tres autores que tuvieron una marcada influencia en el futuro quehacer de sus compatriotas. PuntoLatino publica el artículo de su colaborador Paulo González con el objetivo de fomentar el conocimiento de nuestros escritores e incitar a su lectura ...


ESCRITORES
Literatura de Costa Rica: Presentación de tres escritores
— Carmen Lyra, Jorge Debravo, Carlos Luis Fallas —

Esta es una pequeña introducción dirigida a los interesados en la literatura centroamericana y que presenta a tres populares escritores costarricenses, que por sus escritos y por sus vidas, trascendieron y dieron forma al quehacer de muchos de sus compatriotas.

Costa Rica (1) (un poquito más grande que Suiza), se encuentra en el istmo centroamericano, entre Nicaragua y Panamá, país independiente desde 1821 y que ya en 1838 procede a tener y gozar de una autonomía total. Pasan muchos años hasta llegar al 1948 de la revolución (2) que promueve en el país enormes cambios sociales y políticos, siendo ellos positivos para los „ticos“(3). Entre ellos la abolición del ejército, la creación de instituciones democráticas tan fuertes que prevalecen hoy en día (4). País de grandes recursos naturales, casi 30% del territorio terrestre es reserva natural.

La formación de una literatura nacional en Costa Rica se asemeja a la formación de otras literaturas en Latinoamérica y particularmente Centroamérica. La construcción de la nación y del sentido de nación en sí, estará ligado a la unificación y centralización del poder económico, político e ideológico, alrededor de un grupo hegemónico criollo relacionado con la exportación de productos agrícolas para el mercado internacional, entre ellos el café en su tiempo y el banano en otro. Ello es lógico si se mira el quehacer de literatos que se van a preocupar por los problemas sociales de las clases más bajas del país. A primera instancia, lo más importante para una literatura nacional es ver el reflejo de su nombre en un país, no se puede tener una literatura nacional sino somos nacionales de ningún lado.

La influencia de la literatura modernista en Costa Rica es de gran calibre, intelectuales que volvían maravillados con «los goces y maravillas» de Europa se reflejan en esta literatura para escribir y para pensar. Ya estamos en el tiempo del poeta nicaragüense Rubén Darío, quien convivió junto a su familia en San José por un largo tiempo. Esto produjo una literatura refinada en Costa Rica, meticulosa y narcisista, – como el carácter de Darío –. Pero todo cambiará con la primera guerra mundial. Los poetas ya no se maravillarán de los lagos y los cisnes, no podrán admirar una cultura que dentro de su belleza crea el caos, la destrucción y la muerte. Tenemos un giro de la literatura modernista, escritores dejan de lado la idealización de un mundo europeo y se concentran en una realidad más inmediata e interiorista.

El realismo será la consigna de estos escritores, preocupados por asuntos de identidad, la patria y la tenencia de la tierra. En Costa Rica ya los podemos identificar dentro de la generación del 40, algunos más tarde y otros después. Y de esta generación es de la cual quiero hablarles. Tres protagonistas nos interesan y de ellos en esta indroducción podremos aprender un poco. Carmen Lyra, autora de Cuentos de mi Tía Panchita; Carlos Luis Fallas de Mamita Yunai y Jorge Debravo, en poemario Nosotros los hombres.

COSTA RICA
«Cuentos de mi Tía Panchita» de Carmen Lyra (1988–1950)
— Nació en San José, Costa Rica en 1888. Sus estudios primarios los hizo en la escuela de su barrio, en lo que es actualmente el edificio metálico. Su condición de hija ilegítima le impidió ingresar a un convento como monja. Cuenta en sus diarios que este era uno de los deseos que tuviera cuando joven. Personalmente creo que lo mejor que le pasó fue no ser monja y con ello pudo la escritora dedicarse a la literatura. En el Colegio Superior de Señoritas obtiene el certificado de Maestra Normal y a ello se dedicará gran parte de su vida, incluso escribiendo. Carmen Lyra estudió en el extranjero gracias a becas dadas por el gobierno. Viaja a Europa donde conoció las teorías educativas de María Montessori. Se convirtió en una de las más importantes líderes del comunismo en Costa Rica. Participó en la creación de escuelas, del PANI (5) y participó en la lucha por la igualdad de salario entre hombres y mujeres, además del sufragio para la mujer (1949).

Por sus activismo político es obligada a exiliarse en México, junto a otros miembros importantes del partido comunista en México, después de la breve guerra civil entre A y B y en la que sale victorioso José Figueres Ferrer en 1948. Al año siguiente, nuestra autora vive enormes problemas de salud, por lo cual solicita se le permita volver al país, pero el nuevo gobierno le negó ese derecho. Murió el 13 de mayo del año siguiente en el exilio. Sus restos son entregados a Costa Rica meses después de su muerte.

Cuentos de mi Tía Panchita son cuentos para niños. Variedad de historias que nos sumergen en los relatos populares que cualquier pueblo comienza a crear. La autora les da vida y trata con ellos de dejarnos enseñanzas positivas para practicarlas. El lenguaje coloquial es palpable en los cuentos y la picardía de sus personajes hace que nos sintamos identificados con ellos. Al ser animales del campo, como tío Conejo, tía Ardilla, tía Zorra... y que tengan apariencias y caracteres humanos, la autora pretende reflejar el arte nacional y típico para ver realidades del país con mayor facilidad por ser sus protagonistas graciosos y curiosos. He escogido el cuento: Tío Conejo y los quesos.

(Resumen de la historia). Pues señor, es el caso que tío Conejo se nos había vuelto muy melindres para comer, y a mi amo no le gustaban sino cositas buenas. Decía que ya el churristate lo tenía hasta el copete y a los quelites les hacía ché; últimamente andaba antojado de comer queso tierno. ¿Y cómo hago? ¿Y cómo hago? Por fin quién sabe cómo averiguó que un carretero bajaba todos los viernes de una hacienda, --por un camino de la vecindad--, con madera y quesos ...

„Tío Conejo está en el campo y le gustan los quesos, sabe que una carreta con bueyes pasa los viernes con muchos, él (mal intencionado) se tira al suelo y haciéndose el muerto en frente del carro espera para que el conductor se detenga, el otro se detiene y piensa que tío Conejo está enfermo (pobrecitico el conejito, tan bonito), lo monta en el carro donde están los quesos y claro: tío Conejo se los lleva. En su casa y barrio enseña a todo el mundo los quesos, todos los quieren le tienen envidia al conejito, pues en esas llega tía Zorra y le pregunta que cómo los consigió, y él tratando de huirle decide contarle la historia y ella que qué, que si hace lo mismo o no...
... Apenas la divisó, se metió corriendo tío Conejo, y atrancó bien la puerta.
Llegó tía Zorra y se puso a tocar: --Upe, tío Conejo, ¿qué hace Dios de esa vida?
Tío Conejo se asomó por la ventanita alta.
--¿Qué se le ofrece tía Zorra?-- le preguntó. Y perdone que no salgo a abrirle, pero es que me acabo de calentar la nuca con manteca de chancho y me puse un trapo zahumado porque estoy rabiando de un oído.
--Andan diciendo que tenés la casa llena de quesos. Contame cómo hiciste; por qué no me decís.
--Con mucho gusto tía Zorra. Viera qué sencillez. Fue así y así --y tío Conejo le explicó todo.
--Así quien no... ¡Qué mamada! --dijo tía Zorra--. Y decime, hombré, ¿vos crees que si yo me hago la muerta en el camino me pasa la misma?
--¡Uh! Pues cómo no...
Y tía Zorra se fue.
De veras, allá el viernes a la nochecita se puso a la mira y cuando sintió venir carretas se tiró a lo largo en medio camino, en el mismo sitio en que lo hizo el otro. Y para quedar mejor se estiró bien y se puso tiesa. El carretero donde la vió, dijo: --¡Adiós trabajos! Hoy hace ocho era un conejo y hoy es esta lambuza hedionda. ¿No querrá también dejarme sin quesos? Aguardate ai y verás... Gui, buey viejo, gui...
...pero no tiene tanta suerte, el señor de los quesos (ya sabiendo lo que le espera) pasa encima de ella con el carro y ella termina casi muerta. Ella le reclama a tío conejo y tío Conejo se hace el tonto, y ella rabiendo en sus muletas y tía Ardilla tiene que llevársela porque sino sí se muere del colerón“
COSTA RICA
Jorge Debravo (1938–1967)
— Nació el 31 de enero de 1938 en Guayabo de Turrialba, Cartago. Creció en una familia de campesinos muy humildes. Trabajando desde niño a medio tiempo para poder ayudar a su familia empezó a conocer vidas que le iban a servir para crear su poesía.

Una anécdota popular cuenta que su madre le enseñó a escribir en hojas de plátano y que con sus propios ahorros se compró un diccionario. Las circunstancias económicas lo obligaron a dejar los estudios secundarios y a buscar trabajo. En 1959 fundó el «Círculo de Poetas Turrialbeños». Ese año sus méritos como trabajador le permitieron ascender en su trabajo en la CCSS (5), fue transladado al valle central (Heredia y San José), donde fundó el «Círculo de Poetas Costarricenses».

En 1965 termina sus estudios de secundaria. Estudió periodismo por correspondencia y otros estudios de manera autodidacta. Leía sus libros favoritos de autores como Pablo Neruda, César Vallejo, Amado Nervo, Miguel Hernández, Gustavo Adolfo Bécquer y Walt Whitman.

Jorge Debravo murió a los 29 años, el 4 de agosto de 1967, cuando viajaba en su motocicleta por asuntos de trabajo. Se dice que fue un conductor ebrio quien lo atropelló.

A pesar de su juventud, en Costa Rica se le considera el poeta de los poetas. La tragedia de su muerte y el esfuerzo de su vida sirven de ejemplo para el futuro del país. El 31 de enero, día del nacimiento de Debravo es decretado como el Día Nacional de la Poesía. Su origen humilde le permitía acercarse a los trabajadores fácilmente. De ahí que la poesía de Jorge Debravo se distingue por una gran preocupación social, con varios tópicos recurrentes como la pobreza, la marginación y el armamentismo en el mundo.

Hombre

Soy hombre , he nacido,
tengo piel y esperanza.
Yo exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas.
No soy dios: soy un hombre
(como decir un alga).
Pero exijo calor en mis raíces,
almuerzo en mis entrañas.
No pido eternidades
llenas de estrellas blancas.
Pido ternura, cena,
silencio, pan, casa...

Soy hombre, es decir,
animal con palabras.
Y exijo, por lo tanto,
que me dejen usarlas.

Nocturno sin patria

Yo no quiero un cuchillo en manos de la patria.
Ni un cuchillo ni un rifle para nadie:
la tierra es para todos,
como el aire.

Me gustaría tener manos enormes,
violentas y salvajes,
para arrancar fronteras una a una
y dejar de frontera solo el aire.

Que nadie tenga tierra
como tiene traje:
que todos tengan tierra
como tienen el aire.

Cogería las guerras de la punta
y no dejaría una en el paisaje
y abriría la tierra para todos
como si fuera el aire...

Que el aire no es de nadie, nadie, nadie...
Y todos tienen su parcela de aire.

Milagros

Misteriosas substancias emergen de la luz.
Genésicas materias laboran en la noche.
Una mañana amanecerá la muerte
recolectando flores,
subiendo por la savia y por la sangre
para besar al hombre.
Y el tiempo llenará
de ojos los relojes,
para ver el milagro
del hombre haciendo al hombre.

Nosotros los hombres

Vengo a buscarte, hermano, porque traigo el poema,
que es traer el mundo a las espaldas.

Soy como un perro que ruge a solas,
ladra a las fieras del odio y de la angustia,
echa a rodar la vida en mitad de la noche.

Traigo sueños, tristezas, alegrías, mansedumbres,
democracias quebradas como cántaros,
religiones mohosas hasta el alma,
rebeliones en germen echando lenguas de humo,
árboles que no tienen suficientes resinas amorosas.

Estamos sin amor, hermano mío,
y esto es como estar ciegos en mitad de la tierra.

COSTA RICA
Carlos Luis Fallas (1909–1966)
— Nacido en Alajuela el 21 de enero de 1909, conocido como "Calufa". Su madre era de origen campesino, y contrajo matrimonio con un zapatero. Cursa la escuela primaria mas no termina la secundaria ya que abandona los estudios para ir a trabajar en las plantaciones de banano de la United Fruit Company (Limón). Trabajó como cargador, peón, ayudante de albañil, de dinamitero, de tractorista. Esto desarrolló en Fallas una profunda sensibilidad por los problemas sociales, los cuales vivió en carne propia.

Forma parte del movimiento obrero (lo cual lo llevó a la cárcel varias veces). Es Diputado del Congreso en 1944. Participó como jefe militar de batallones comunistas en la Guerra Civil de 1948. Murió el 7 de mayo de 1966.
Aunque declara ser un "aficionado" en el oficio de la escritura, es considerado uno de los grandes literatos.
Calufa trabajó en las bananeras por muchos años y ello hizo en él una visión realista de las desgracias y la explotacón en que todos los trabajadores vivían en ese lugar. „El infierno verde“ lo llama él en su novela Mamita Yunai. La Yunai, derivativo del United inglés, la United Fruit Company, actualmente Chiquita.

Mamita Yunai: Novela insigne, fiel representación de hechos vívidos y encarnados por el autor, mostrando la valentía de vivir a pesar de la injusticia, del atropello a la verdad y del deterioro de los principios fundamentales de defensa y amor a la patria. Historia solemne que relata las desgracias que viven los trabajodores en las bananeras, de como la corrupción y la manipulación son pan de cada día, de cómo en unas elecciones se ignora a los peones, a los que no saben leer, a los pobres y a los mutilados para que sigan siendo esclavizados por las empresas extranjeras. Del deterioro de la naturaleza en pro de las plantaciones y la producción de materia prima, de la deforestación de la selva para la siembra de bananas y palma africana, de la opresión y la ignorancia en que viven tantos y tantas. Pieza fundamental para retomar hechos significativos en la historia de Costa Rica y resaltar actores protagónicos del discurso literario. Pablo Neruda, en su Canto General, resalta la figura de Calero, personaje inolvidable, quien representa en la obra el sentimiento del amor, a pesar de su lenguaje burdo y tosco. Calero decide ayudar a las clases más bajas, orientarlas y educarlas para que se revelen y defiendan sus derechos fundamentales. Calero no es el intelectual, él es parte de ese mundo pero ha podido salir de él para afrontarlo. Ve con sus ojos como los mismos desgraciados manipulan a sus semejantes para seguir siendo ellos manipulados. Busca e intenta luchar contra la corrupción, viaja a la zona caribeña para impedir que las elecciones sean fraudulentas. La historia se vive con su lenguaje y su forma de pensar, el autor no escatima en escribir de tal forma que podamos escuchar a los personajes tal y cual ellos hablan, piensan, sienten. Mamita Yunai es un libro que hay que leer.

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